lunes, 5 de diciembre de 2011

Pensé que desde mi madurez y mi capacidad para comprender las circunstancias ajenas o situaciones adversas... podría entender ciertas cosas.
Ya veo que no, que es imposible llegar a entenderlo todo, y máxime cuando la comunicación no fluye de la manera que quieres que fluyas.

Estoy confusa, confudida...no sé ni como estoy.

La poca comunicación y el desconocmiento da lugar a la incredulidad y la desconfianza, cosa que no quiero que exista, pero empiezo a temer que llegue a producirse.

Entregar de nuevo, sin recibir nada a cambio??
Creo que no.
Me planto.




Ahora si que necesito que la paciencia se adueñe de mi ser y poder ser consecuente de ello, saber esperar y confiar que esa espera pueda ser productiva.
Pero, por otra parte, no se qué es lo que espero. Porque me parece una contrariedad esperar o ser paciente de un algo o de alguien, que ni siquiera conozco.

En fin...
Voy a tratar de consultar con mi almohada, ella es la única que me entiende y que me ayuda en estos casos a tomar las directrices adecuadas.
Casi siempre me guió por buen camino, no creo que ahora me falle.

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