jueves, 18 de diciembre de 2008




We’ll do it all
Everything
On our own
We don’t need
Anything
Or anyone

If I lay here
If I just lay here
Would you lie with me and just forget the world?

I don’t quite know
How to say
How I feel
Those three words
Are said too much
They’re not enough

If I lay here
If I just lay here
Would you lie with me and just forget the world?
Forget what we’re told
Before we get too old
Show me a garden that’s bursting into life

Let’s waste time
Chasing cars
Around our heads
I need your grace
To remind me
To find my own

If I lay here
If I just lay here
Would you lie with me and just forget the world?
Forget what we’re told
Before we get too old
Show me a garden that’s bursting into life

All that I am
All that I ever was
Is here in your perfect eyes
They’re all I can see
I don’t know where
Confused about how as well
Just know that these things
Will never change for us at all

If I lay hereI
f I just lay here
Would you lie with me and just forget the world?

Rompiendo mis esquemas


Nunca pensé que llegaría de esta manera...
Estoy soñando.
Están llamando a las puertas de mi corazón, y tengo muchísimo miedo a abrirlas de nuevo.

Yo, que la mayor parte de las veces me he considerado abanderada de la valentía, ahora el miedo atroz a quitarme la coraza de una vez por todas, hace que aparezca en mí, una sensación que desconocía. La timidez. Sí, aunque parezca increíble. La timidez se está colando en la habitación del fondo y me está ayudando a actuar de una manera algo desconocida para mi, pero muy agradable.
Me ayuda a ser pausada, a pensar despacito y a valorar lo que hacía muchísimo tiempo que pensaba que ya no tendría valor, por creer en su inexistencia.
La timidez me regala muchísima tranquilidad. Eso me encanta.
Me niego a pensar que mi pausada predisposición a abrirme, es producto de la cobardía, no va conmigo.Me niego.

La constancia de un diario, las palabras de sinceridad intercaladas entre los límites de las fronteras de un destino con el color del mar, los prototipos de un ideal que cada día desaparece más y más, se desvanece para dar paso a lo que acaba de llegar.
La fortaleza y el convencimiento de estar capacitada para que me rompan los esquemas, y dar la bienvenida al aire fresco que se está colando por mi ventana, y que nunca antes tuvo la delicadeza de entrar de esa manera.
Me estoy llenado de pureza, algo que necesitaba para poder seguir mi camino recto, sin desvíos.
Un día a día de conversaciones bañadas por infinitos silencios, acompañados por sonrisas y miradas de complicidad absoluta.
Una entrega sin compromisos, sin peticiones, sin pensar en un mañana... una entrega porque sí. Porque las " cositas pequeñitas " hacen grandes a los que las comparten.
Un ratito disfrutando de lo que uno desea, compensa a la mayor parte del tiempo en la que estás haciendo lo que otros te imponen....cuánta razón encierra esto último.


En lo más profundo de mi ser, se están efectuando cambios importantes propiciados por un bienestar inesperado. Voy a disfrutar de lo que tengo, aunque a veces el miedo me impida hacerlo plenamente, confío en que mi gran amigo" el tiempo" me eché una manita y me ayude a que todo vaya por el camino adecuado.
Sin que nos importe navegar a la deriva, pero con un rumbo fijo.

...cuando menos lo esperaba, desperté del sueño.... y el inexistente caballero se desvaneció.

Alfileres de colores - Miguel Poveda con Diego Carrasco

Ratitos de conversación

Alguien me comentó que el amor es un fraude. Para su desconocimiento, lo hacía justo en el momento en el que pienso que el amor está llamando a mi puerta.
La conversación podría haber sido en una noche de verano... tirados en un trigal... mirando las estrellas del cielo...mientras se mastica un pajote de trigo.
Pero no tuvimos tanta suerte.
Me habló de la inexistencia del AMOR, y me dañaba el hacerme a la idea de que en muchos aspectos llevaba toda la razón.
Yo le hablé de la entrega, como tantas y tantas veces, pero no era suficiente.
El fraude del amor, para él, se efectuaba justo en el momento en el que se podía dar por perdida a la persona amada, y la visión ciega de la realidad, derivaba en una soledad vacía de sensaciones.
¡Qué paradoja! Si mi soledad siempre estuvo colmada de emocionantes momentos, tanto buenos como menos buenos… Pero siempre disfrutados, encontrando la mejor manera de aprovecharlos.
Me habló de su cobardía, pero en sus palabras se desvelaban las ganas de saltar al ruedo y torear la corrida más difícil de su vida, en una tarde dónde las reses podían estar a su favor y bailar al son que él mismo dispusiera.
Le animé a que lo hiciera,yo lo hice en su momento.... pero cerrando la puerta trasera, para que de la mejor manera, los toriles se abrieran a su antojo y pudiera torear a gusto, sin resquicios del pasado.




Aquella conversación acabó con el agradecimiento a la desnudez de su alma, cuando apenas éramos dos desconocidos.
Estaré siempre, no lo dudes.
La lección de madurez no está reñida con la juventud física, si con la experiencia de la vida
.
Lucha por lo que deseas, los cobardes sólo triunfan bajo tierra.

Gracias por la agradable compañía.

martes, 9 de diciembre de 2008