Ven.
Siéntate aquí a mi lado.
Tomamos un café?
Es la primera vez que te siento cerca en todo este tiempo y es para mi una satisfacción personal, que por fin hayas decidido desnudar tu alma ante mi y quitarte los miedos, los temores, el peso de esa mochila que llevabas a la espalda y que has ido cargando poco a poco, desde que nos encontramos.
Las sombras oscuras que en algunas ocasiones te han ido acompañando, se están tiñendo de colores alegres y divertidos, y hasta dejan vislumbrar una transparencia absoluta, que hasta el momento no había sido capaz de apreciar.
Y te lo agradezco enormemente, entre cosas porque tú lo necesitabas, y cuando así ha sido, ahí he estado yo para escucharte, apoyarte, ayudarte e incluso en cierta manera comprenderte...aunque aún me cuesta llegar a entenderte...qué paradoja!!!
Es curioso. Idas y venidas, adornadas por los resquicios de los recuerdos de las imborrables e inolvidables charlas de complicidad...acompañadas de sonrisas, confidencias, llantos, pinceladas de locuras, momentos de sensaciones indescriptibles.
Hoy, siempre hoy. Ahora, en este preciso momento ( no mañana, ni pasado...ni pensando en un instante más que en este mismo momento) en cuando realmente me siento libre para decirte que ...
PUEDES CONTAR CONMIGO
Intuyo y creo en el fondo que ya lo sabías y lo tenías claro, pero en esta parcelita de mi intimidad a la que sé que accedes de cuando en cuando, quería regalarte estas palabras de apoyo y de cariño y sobre todo hacerte ver que por encima de todas las cosas, soy tu amiga, y que jamás voy a fallarte.
Sin esperar nunca nada a cambio, ya me conoces...
Sin condiciones, sin peticiones, sin previo aviso, sin ataduras, sin remordimientos, sin rescoldos del ayer, sin miedos, sin temores, sin permisos, sin planes...
Voy a regalarte, a mi admirado Benedetti, para que lo deleites en cada verso y saborees todas y cada de sus palabras.
La intensidad de estos versos, va acompañada de una sensibilidad extremadamente envidiable.
Qué lo disfrutes.
