miércoles, 31 de agosto de 2011

...y para gustos, los colores

Es curioso que cada vez que me dispongo a terminar de enmarcar y de adornar uno de mis escritos, casi siempre me decante por el color azul de la letra.
Me apetecía buscarle un hueco a los colores, aquí en mi Sur

El azul me resulta un color educado, serio y respetuoso...
Dependiendo de en que momento del día se aprecie ese azul, puede ser un azul luminoso el que te regala el amanecer de un día despejado, el del mar en calma, sin olas, o el de la profundidad del horizonte, una tarde en la zona de la costa malagueña ( ya que en la gaditana, los atardeceres son anaranjados)
El tono del azul noche me parece elegante. Me agrada verlo a través de unas velas desde mi terraza,cuando mi estado de ánimo suele ser el que me incite a tan solo divisar el cielo, hundido con el mar, también azul oscuro.

Luego están los tonos verdosos, que me suelen enloquecer a primeros de otoño y en primavera. Atravesar en esa época del año la carretera hacia mi pueblo y disfrutar de unos días rodeada de los míos, con alcornoques, encinas...espárragos y tagarninas...tonos de verde esperanza. Me encanta mi tierra.

Y en la calidez de los tonos rojizos y anaranjados, se confunde mi pasión, con el deseo y la fortaleza de una niña que se convierte en mujer, madurando como la fruta, enrojeciendo, ardiendo....haciendo de la tonalidad candente del alma, una seguridad y una explosión de sensaciones y sentimientos...como la que tiene el fuego vivo.
La autoridad del rojo pasión, se tercia con la tranquilidad, en ocasiones, del naranja, mezclado con el amarillo y sutilmente adornado de un rosaceo inocente, que de verdad, es el que menos me gusta.
Los tonos pícaros, que a veces desembocan en románticos, los escojo yo en los momentos que yo misma decido; aunque he de hacer honor a la verdad y casi siempre han sido casi los protaganistas del arcoiris de mi vida.

Y en la gama de los blancos puros, la sencillez, la transparencia, el cristal...la gente auténtica aparece en mis sueños vestida de blanco.
Aunque está claro que hay manchas grises o con tonalidad oscura, llegando a veces a ser negras.
Pero esas se lavan, como se curan las heridas y se limpian los rescoldos para que no dejen huella.
Y si no se llegan a limpiar del todo, la elegancia del gris las maquilla, y con la indiferencia del blanco roto, está claro que se puede llegar muy lejos siempre, mirando hacia el frente y dejando en el camino lo opaco, lo negro, lo oscuro.


Y esta es una síntesis de la gama que me acompaña en mi vida cotidiana... siempre esperando descubrir algo nuevo que tú me enseñes, o tú...o incluso tú.
Igual hay colores que desconozco y que me pueden interesar.

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