viernes, 12 de mayo de 2017

Sensualidad

Tengo ganas de besarte.
Quizás haga tanto tiempo que no lo hago, que es muy posible que se me haya olvidado cómo se besa.
Tengo muchas ganas.
Mi mente se deja seducir por la sensualidad y tengo claro que la sensualidad que me inunda no sería tan magnífica, si no fuera por la grandísima capacidad de imaginación que poseo como mujer. O en este caso, mejor como hembra.
El cortejo.
De todos es sabido que, como animales , el cortejo se practica cada vez que el macho o la hembra tiene ganas de copular. Yo como hembra racional, considero que el cortejo se hace con el ingrediente clave: la sensualidad.

Me imagino un lugar con gente...
Una terraza en una zona alta, con vistas exquisitas
Elegante, definido, relajado, ambiente distendido, música suave, luces tenues y algunas velas...
Mesas altas cerca de la zona de cocktail...algunas mesas bajas a la altura de blancos y cómodos sofás...
Risas de complicidad en la cercanía de la terraza, miradas que penetran cuando camino sobre mis 10 centímetros de tacón de aguja contoneandome hacia el baño.
Mi felicidad aumenta, a medida que mi cuerpo se va llenando de endorfinas y serotoninas,provocadas por el placer de seducir.
Y no seducir por seducir.... no!!! 
Seducir con sensualidad.
Sin pasar desapercibida,pero pasando.
Me fijo en el chico maduro de más de cuarenta, pero menos de cincuenta, que está en la esquina de la barra, aunque el aún no me ha visto. Lleva tejanos, camiseta básica y unas deportivas de moda. El pelo un tanto despeinado,pero limpio. Y barba, por supuesto...barba. Es moreno y se intuye alto. Me atrae.
Me siento en la otra esquina de la barra, trato de llamar su atención, sacando mi polvera del bolso, y una barra de labios carmín...
Me dispongo a pintarme los labios, y justo por detrás, veo a través de mi espejo que se ha dado cuenta de que existo. Me excita saberlo.




Le pido al camarero mi gin de siempre, pero esta vez quiero probarlo con limón, en lugar de hacerlo con tónica como habitualmente lo tomo. Tengo ganas de algo ácido. Me lo pide mi interior.
Intercambiamos miradas y algún que otro cruce de sensaciones... Boca limpia, dentadura aseada e intacta...y su sonrisa. Sonríe de una manera extraordinaria y eso me hace aún más hembra y más mujer. Me encanta.
La seducción con mi sonrisa y mi mirada comienza en el estado más puramente físico que se pueda conocer...pero esas solo son mis armas para llegar a él. A lo profundo.
Cuando realmente comienzo a disfrutar de la auténtica seducción es, pasados unos minutos, porque ya se acerca y me dispongo a analizar, observar y descubrir su mente.
Es entonces y solo entonces , en el momento en el que mi interior y mis entrañas comienzan a percatarse de que la sensación es desconocida, pero super placentera. Me excita aún más.
Hablamos de música, de arte, de cine, de economía, de actualidad, de fútbol, de toros...
A medida que pasaba el tiempo( no me daba cuenta de que pasaba) nos quedábamos solos, la gente empezaba a abandonar el local poco a poco y la luz era cada vez más tenue... aunque no me fijé que se habían encendido unas velas en torno a nuestras copas. Sensación maravillosa.
Me habló del mar y del campo, de la gastronomía de los países que había visitado y de la tranquilidad de los domingos en su casa en soledad. De su afición a pilotar en momentos especiales y de su afán de superación por conseguir alcanzar las metas que hasta el momento se había propuesto.
Su mente me seducía más que su físico.
En mi ser , notaba una especie de ardor agradable, que se engrandecía a ratos con el toque de limón, de los sorbos de mi gin...
Se mordía el labio inferior cuando yo comenzaba a contarle las anécdotas de mi vida, entre risas y cordura.
Entre el placer y la esencia de la seducción. Cruzaba mis piernas, sonreía y volvía a mirarle. Me excitaba hasta el punto de que llegué a ser consciente que se me notaba, pero no me importó. Me dejé llevar.
Era el dueño de la terraza. Cerró por dentro y nos quedamos los dos solos divisando un horizonte lleno de luces con algún que otro edificio emblemático a lo lejos... la ciudad comenzaba a apagarse, y nuestros cuerpos alimentados por dos mentes llenas de deseo, comenzaron a encenderse.
De fondo, Summer Wind de Sinatra, en su versión más original y más pura. Bailamos sin darnos cuenta de que lo hacíamos.
Me dio todo el placer esperado y soñado, tanto como el imaginado y el anhelado y por supuesto,el placer deseado en aquel momento... sobre la barra del bar, sobre los blancos sofás, sobre la pared del baño dónde me acompañó... de pie, sentados, entre velas, entre sueños...
Sin fluidos. Sin roce. Sin besos Sin caricias. Sin abrazos.
Me dio el placer de su mente. Y yo le di el placer de la mía.
Fue inolvidable.
Desperté empapada en sudor, en fluidos y con el alma llena de un sueño muy posible y tan real, como mi vida.
Como su mente. Como la mía.




Entiendes ahora por que tengo tantas ganas de besarte?
El juego de la seducción es tremendo. Y mi mente aún más.
Yo no juego nunca, pero cuando lo hago, juego a ganar.
Y quiero ganar esta partida.
Cuándo nos besamos?
No quiero que se me olvide el sabor de los besos inesperados.
Tu tienes la clave. O quizás ...tu boca. Seguramente...tu mente.

3 comentarios:

Unknown dijo...

Precioso. Verdaderamente vibrante. Me despiertas el interés por conocer esa mente tuya tan bien amueblada.

anónimo...... dijo...

Hay sueños que llegan a convertirse en realidad, aunque en ocasiones las situaciones pueden llegar a superar con creces el mejor de los sueños... Dulces sueños...

Anónimo dijo...

Yo también tuve una experiencia similar q trataré de resumir a ratos durante la mañana...
Dicen que el físico no lo es todo... El acople con una pareja no lo concibo sin una altísima conexión emocional... Ella no cumplía algunos de mis patrones estéticos pues quizás x mi estúpido ego varonil me solía fijar sólo en mujeres algo más bajas que yo, a ser posible, discretas en carácter y vestimenta con nivel de vida similar al mío... un simple mileurista... Su rostro destilaba una fuerte personalidad, con rasgos marcados, y una apariencia muy cuidada y hasta llamativa, pensada para competir socialmente con cualquiera... Pero un día pude conocer no voy a contar cómo, q buscaba algo que yo podía ofrecerle y lo hacía de la forma más opuesta a lo que se espera de una persona banal, envuelta en ambientes donde la imagen cuenta... y mucho. Esta mujer se desnudó ante mí, se abrió a mí x completo... a un desconocido que sólo cruzó con ella unas frases que buscaban insuflar esperanza a su sediento corazón... Ella me colocó en su punto de mira, y no voy a negar q me sentí en un primer momento halagado pero, tras conversar con ella, su alma desnuda ante mí desató toda mi oculta ternura... mientras incrementaba mi deseo de hacerla mía... x fin un alma gemela... o así lo parecía... alguien con quien fundirse de tanta entrega mutua... y empecé a soñar complicidades, risas y noches de pasión, así como un refuerzo con quien poder transitar cómplice x esta azarosa vida... Aún no me creo q la pudiera conocer... siempre me he dejado aconsejar x el tiempo a la hora de formar criterio sobre nadie... En todo caso, así estamos, distantes, fluyendo sin saber a ciencia cierta si acerté en mi percepción... Xro siempre agradeceré a esa mujer cómo me sedujo con su alma desnuda... un regalo inesperado... Es todo, de momento...