Las buenas personas

Si hay algo que siempre he tenido en cuenta a la hora de tratar con las personas, son los valores humanos que cada cual posee.

Para mi, es de cierta importancia que la persona con la que trate, tenga una serie de valores, llámense principios, o forma de entender la vida.... pero al fin y al cabo son ingrediente necesarios para que a la hora de establecer una relación cordial y de confianza, se hagan especialmente relevantes.

No me gusta la gente falsa, la gente que tiene doble cara, que va por delante con fachada impoluta, y por detrás, tiene bastante que ocultar, por la cantidad de cosas que esconden, y no son capaces de revelar.

Detesto a las personas que no son transparentes, aquellas que tras esa fachada, no dejan ver lo que hay detrás.

No soporto a la gente que se cree superior a los demás, ya sea por tener un buen cargo en su puesto de trabajo, ya sea porque le venga de cuna...y trate de hacer ver ese estado de superioridad. Son aquellas, que se les nota a leguas, que miran por el encima del hombro, tratando de crear esa altura o status al que posiblemente están acostumbrados, y por que el que no entro en absoluto.

Me considero defensora de las causas nobles y justas, y soy incapaz de relacionarme con personas insensibles a dichas causas, por mucho que lo intente.

A veces soy lo suficientemente tajante con este tema. Incluso para todo aquel que no me conozca, gracias a mi expresividad, se darían cuenta de que no me encontraría a gusto al lado de gente que no tiene compasión o que incluso hace mofa de situaciones totalmente dignas de sensibilidad.

Está claro, que por mi forma de ser, y por los valores que en el seno de mi familia me inculcaron, dan lugar a la educación y el respeto que siempre he tenido, la dignidad y el saber estar que me han acompañado de una manera u otra, unido por supuesto a la elegancia y a las formas.

Todo aquel que no sea capaz de entender mis formas, tiene poca cabida en mi vida. Ninguna.

No me agrada encontrarme con personas que tienen malicia, maldad,picardía...o llámese como proceda.

La bondad, es una de las cualidades más importantes que para mi pueda tener una persona,

Y eso no se aprende, ni se compra ni se vende.

Eso se nace.

La nobleza, el ser buena persona, el no tener capacidad para ver más allá de lo que no hay, sino pensar siempre que el que tienes delante, es bueno.

Lo único que ocurre con estas cosas, que el ser confiada y catalogar a la mayoría de la gente con la que te relaciones de " nobles o buenos" es un arma de doble filo.

En el que caso de que no lo sean, puedes salir bastante perjudicada de la hazaña basada en el conocimiento de esa persona. Y pueden hacerte daño.

Pero en el caso de que lo sean...( en la mayoría de los casos yo siempre pienso que lo son)... ganarás de por vida la confianza y el buen hacer de esa persona. De eso estoy segura. Siempre y cuando, tu entregues aunque sea una mínima parte de lo que recibes.

Así lo pienso, y sé que no estoy equivocada.

Sólo que sí me equivoqué con ciertas personas, a las que creía nobles y buenas, y después me dieron la puñalada por la espalda.

Esas, evidentemente, están fuera de mi vida.

A veces, en muchas ocasiones, ( y creo que lo he dicho en determinados temas de Mi Sur)... me encantaría tener un poquito más de picardía. Entre otras cosas, para que no me tomen por idiota.

Buena sí, pero tonta.... ni hablar!!! 

( quizás a veces, todo esto me ocurra, porque soy bastante suceptible... no lo sé)