jueves, 18 de diciembre de 2008

Rompiendo mis esquemas


Nunca pensé que llegaría de esta manera...
Estoy soñando.
Están llamando a las puertas de mi corazón, y tengo muchísimo miedo a abrirlas de nuevo.

Yo, que la mayor parte de las veces me he considerado abanderada de la valentía, ahora el miedo atroz a quitarme la coraza de una vez por todas, hace que aparezca en mí, una sensación que desconocía. La timidez. Sí, aunque parezca increíble. La timidez se está colando en la habitación del fondo y me está ayudando a actuar de una manera algo desconocida para mi, pero muy agradable.
Me ayuda a ser pausada, a pensar despacito y a valorar lo que hacía muchísimo tiempo que pensaba que ya no tendría valor, por creer en su inexistencia.
La timidez me regala muchísima tranquilidad. Eso me encanta.
Me niego a pensar que mi pausada predisposición a abrirme, es producto de la cobardía, no va conmigo.Me niego.

La constancia de un diario, las palabras de sinceridad intercaladas entre los límites de las fronteras de un destino con el color del mar, los prototipos de un ideal que cada día desaparece más y más, se desvanece para dar paso a lo que acaba de llegar.
La fortaleza y el convencimiento de estar capacitada para que me rompan los esquemas, y dar la bienvenida al aire fresco que se está colando por mi ventana, y que nunca antes tuvo la delicadeza de entrar de esa manera.
Me estoy llenado de pureza, algo que necesitaba para poder seguir mi camino recto, sin desvíos.
Un día a día de conversaciones bañadas por infinitos silencios, acompañados por sonrisas y miradas de complicidad absoluta.
Una entrega sin compromisos, sin peticiones, sin pensar en un mañana... una entrega porque sí. Porque las " cositas pequeñitas " hacen grandes a los que las comparten.
Un ratito disfrutando de lo que uno desea, compensa a la mayor parte del tiempo en la que estás haciendo lo que otros te imponen....cuánta razón encierra esto último.


En lo más profundo de mi ser, se están efectuando cambios importantes propiciados por un bienestar inesperado. Voy a disfrutar de lo que tengo, aunque a veces el miedo me impida hacerlo plenamente, confío en que mi gran amigo" el tiempo" me eché una manita y me ayude a que todo vaya por el camino adecuado.
Sin que nos importe navegar a la deriva, pero con un rumbo fijo.

...cuando menos lo esperaba, desperté del sueño.... y el inexistente caballero se desvaneció.

No hay comentarios: