miércoles, 2 de abril de 2008

Momentos de generosidad


Bien es cierto que tengo abandonada mi casa, pero está claro que no se escribe de la misma forma cuando la inspiración no te acompaña. Y para publicar escritos o sensaciones que puedan llegar a estar vacíos de contenido, mejor no publicar.
Anoche creo que me hizo una visita, esa inspiración.
Tuve la gran suerte de compartir unos momentos maravillosos. Hacía muchísimo tiempo que no mantenía una conversación tan llena de esencia, y la verdad es que me hacía falta comprobar que aún siguen existiendo personas afines a mi, en muchísimos aspectos.
Alguien se coló en el listado de los contactos de mi programa de mensajería instantánea, y me regaló una conversación bastante interesante.
Me recordó al momento especial en el que te cruzas con un desconocido en una cafetería, te pide fuego....y comienza a mirarte desde la mesa que está justamente al lado de la tuya. Te invita a un café, y cuando menos te los esperas, estás intercambiando opiniones con el desconocido, que en unas horas se convierte en tu cómplice, en tu amigo...Sin buscar nada más, tan sólo alguien con quien hablar.
Increíble e inexplicable lo de anoche. Entregar, regalar...sin condiciones, sin preguntas, sin exigencias, sin tópicos típicos que se suelen encuadrar dentro del entorno de la red- en una conversación de personas que se acaban de encontrar-, sin preguntas banales, sin buscar respuestas, sin presiones, sin obligaciones...toda la conversación en el estado más puro de la coincidencia acompañada por la grata sorpresa de la amabilidad, la afinidad, la concordancia,la madurez...

Mientras escribo, aún la sorpresa se agranda con el regalo de una sonrisa transmitida al oír los buenos días vía telefónica.

Anoche me regalaron un hombro en el que apoyarme para soportar la dureza del camino que estoy recorriendo ultimamente, alguien que me comprendió sin conocerme, alguien que me escuchó sin condiciones,alguien que me regaló una noche llena de momentos de generosidad...alguien que no sé si se quedará o se irá, no me preocupa. Tan sólo sé que supo estar a mi lado, cuando más necesitaba abrirme y entregar .....alguien que en lugar de aceptar la entrega, se dio por entero - y entregó aún más si cabe-en una noche en la que la luna comenzaba a iluminar el camino que el día antes, se apreciaba con una tonalidad un tanto oscura...
Cuando ocurren este tipo de situaciones, mi opinión sobre las nuevas tecnologías se desvanece. ( y eso que soy de ideas fijas y bastante claras )
Sólo ocurrió anoche...lo que pueda ocurrir en unas horas, esta noche o mañana.... ni me preocupa, ni me inquieta, ni me hace pensar más allá de lo que ocurrido anoche.




Gracias eterno desconocido, por regalarme esos momentos cargados de generosidad.


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