SAPIENSFILIA

Me apetece verle...
Cada día más.
Tengo ganas de tenerle frente a mi y ver cómo reacciona, cómo reacciono.
En mi mente ávida de placer interno, existe la posibilidad de imaginar el orgasmo intelectual que puede propiciarme una simple conversación con usted. Eso sí... regada con unas cuantas cervezas y entre risas de complicidad...." quiere otra caña?" ... sepa usted que yo nunca le diré un " te quiero" sin sentirlo. Valore el ofrecimiento de la caña... ( es otro nivel) ya sabe que es preferible a las dos palabras.
Me seduce su mente. Ya no me importa que esté gordo o flaco, tenga barba o no... sea más o menos alto que yo... o su físico en general sea medianamente agradable o no lo sea.
Y sepa que me seduce su mente por su inteligencia. 
Me ayuda a crecer como persona cada vez que intuyo algo que puedo aprender de usted, aún sin haberlo aprendido o aprendiéndolo.
Me excita imaginarle contándome sus anécdotas cotidianas ( batallas intelectuales en mi mente)
Me emociona alternando frente a frente con usted, no sé si me quedaría callada...tengo claro que le escucharía siempre, por la necesidad y el hambre de llenar mi mente y mi ser de conocimientos y de semillas que solo usted es capaz de plantar dentro de mi alma.

Porque aunque parezca algo extraño, mi mente y mi alma están unidas a mi ser...esas no se disipan ni mucho menos se separan. El cuerpo, sí. Este va aparte de lo demás.
Por eso cada día soy mas adicta a la " sapiencia" del ser humano.
Y de ahí la curiosa y extraordinaria palabra que da título a este escrito.

Me hace tan digna el osar de mi libertad y poder declararme totalmente adicta a la pasión ejercida por la mente humana en mi persona...la mente del varón, del hombre, la mente del macho humano...
El poder de la seducción puede ser tan ambiguo para algunos, como preciso y claro para mi.
Pero para mi ese poder es claro, cuando la seducción se hace desde la inteligencia, por y para la inteligencia.
Qué después se da rienda suelta al placer y se consigue la pasión derivada en sexo físico? Perfecto.
Pero la finalidad del poder de la seducción que puedo llegar a ejercer en su mente, en honor a mi sapiensfilia...es directamente proporcional al que usted puede y debe ejercer en la mía...para que yo pueda lograr y alcanzar el climax mental.

Me da placer que me enseñen y me muestren cosas que no conozco.

Y eso es así.
Sin más.
Su mente ( hasta el momento desconocida) y usted

- lo desconocido, lo prohibido, lo novedoso- ...me fascina.

Y usted, también.