sábado, 1 de abril de 2017

Madurez

Que curioso!!!!
Alcanzo mi plenitud y tengo la grandísima suerte de encontrarme de frente con la madurez, que me acoge de una manera extraordinaria.
Es algo tan sumamente sublime, que voy a tratar de explicarlo con sutileza y hasta con un poco de sensualidad.
Mi estado anímico me acompaña a favor estas dos últimas semanas. La comida sana, los hábitos saludables y un poco de deporte se están convirtiendo en parte de mi rutina y me están ayudando a abrir la mente y a ver la vida con mucha más positividad y optimismo si caben.

Si tuviera que definirme, "mujer madura" serían dos de las palabras que usaría de las primeras.
Radical, también. Si, radical. O todo o nada. Ya las medias tintas, los sucedáneos, la mitad, la parte de en medio, el gris, el término medio...ni siquiera la mediana ( por mucho que me gusten las matemáticas o el número cinco sea mi favorito) me la permito en mi vida.
El motivo es muy sencillo. A medida que crezco y que maduro, tengo aún  las cosas más claras que el día anterior. Y el tener las ideas claras, te permite caminar con transparencia cerca de los demás y no dudar, o apenas hacerlo, al tomar una decisión.
Puedo errar y equivocarme actuando así. Yo lo sé.
Pero es una satisfacción personal aprender de mis errores, y si me equivoco, me equivoco yo!!!  
Que a mi me atraigan los extremos en esta etapa de mi vida, me enorgullece. Y me ocurre esto, porque cuando tengo que acatar o tomar alguna decisión, voy a tiro hecho, no dudo.Y si alguna vez dudé, lo hice de la manera que me enseñó Descartes con su duda metódica. Maravilloso aprendizaje aquel. Recomendable.



Ojo!!!!, no por ser radical dejo de respetar las ideas contrarias, o tolerar las opiniones encontradas.
Simplemente me gusta la uniformidad, mi poder de decisión y sobre todo mi valentía para dar pasos hacia delante sin tambalearme. Ya lo hice en su momento, ahora no cabe la posibilidad de ello.
La seguridad y la contundencia de mis palabras, y sobre todo de mis actitudes y mi toma de decisiones, tengo claro que puede llegar a intimidar al más débil. Pero no me importa.
A mi me está esperando la madurez, que me ha dado un grandísimo abrazo de bienvenida y me ha incitado  a seguir siendo libre, transparente y dueña de mis propias decisiones, de mis propios errores, de mis satisfacciones o de mis frustraciones. Pero yo y solo yo la dueña.
Mi autonomía, mi autosuficiencia , mi soledad disfrutada, mi energía positiva y mis ganas de madurar... me ayudan a diario a subir peldaños y a ser feliz con mi vida. Con la que ahora tengo.

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