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Recién llegada de correr un ratito por la playa, y después de haberme dado una ducha caliente, enfundada en mis mallas de estar por casa con una camiseta blanca y aún con el pelo mojado, me dispongo a escribir un rato, en una tarde cualquiera.
Es un ritual al que me aferro, cuando tengo tiempo y me apetece disfrutar aquí delante de esta pequeña pantalla, lo hago escribiendo.
Hoy toca compartir.
Hay días, muchos, la mayoría, en los que no me apetece difundir mis pensamientos o mis acciones, tan solo las guardo en un documento, y quedan en la memoria de el pequeño portatil que me acompaña en estos momentos.
Y haciendo uso de dicha palabra COMPARTIR , quiero basar mi escrito en ella y que todo lo que esta tarde salga de mente y de mi alma, gire en torno a ella.
Establecer un significado de dicha palabra, es facilísimo.
Con tan solo buscar en la RAE ,podemos adquirir varias acepciones de la distinguida palabra.

1.Repartir, dividir, distribuir algo en partes.
2. Participar en algo.

Yo voy a hacer uso de las dos.

Lo primero que tengo claro, es que para poder compartir, ante todo y sobre todo hay que TRATAR DE AGRADAR.
No se puede repartir, dividir o distribuir algo en partes iguales, cuando no se trata de hacerlo con conocimiento de causa y siempre intentando agradar a la persona o personas con las que se trata de compartir.
También es complicado participar en algo, si no se tiene voluntad y ganas de hacerlo.

Cuando se usa la palabra en su pleno significado, ya estamos hablando de cosas mayores.
Pienso que es fundamental tener en cuenta y valorar hasta su extremo el termino compartir.

La mayoría de las veces, cuando se comparte, se entrega, evidentemente que se entrega, se da y se regala... o al menos desde mi punto de vista, así lo considero.
A la hora de decidir cómo, cuándo y con quien compartir, no creo que sea importante saber o valorar si vas a ser correspondida.
Aquí todo depende de la capacidad de cada cual para entregar o dejarse llevar por la generosidad.
Cuando se comparte, está claro que hay una parte de generosidad. Supongo que hay momentos en los que cuesta muchísimo compartir, o entregar, o repartir.... es entonces cuando entra en acción el gran principio para " tratar de agradar".
Me gusta hacer las cosas porque yo quiero, y me agrada disfrutar cuando las hago, porque compartiendo puedo satisfacer al otro o a los demás.
Es un error compartir, esperando algo a cambio.
Sería lo lógico, pero no es lo común.

Tengo muchísimas ganas de compartir, con alguien que lo merezca.
Aunque lo haga a diario con mi hijo, con mi familia, con mis amigos, con mis compañeros de trabajo... quiero y deseo hacerlo con una persona merecedora de todo lo que tengo para entregar.
A veces vuelvo la vista atrás y me duele pensar que la entrega es una lucha, y me canso, y me niego a hacerlo, y me cuesta...pero después, navego por el fundamento de mis principios y me aferro a la generosidad que me caracteriza...y me entrego por entero.

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