jueves, 15 de noviembre de 2007

Palacio




Camino de mi desnudez interior junto a él.


Lo necesitaba. Fueron tantas las ocasiones en las que busqué un refugio en mi alma para ocultar sensaciones y emociones que formaban parte de mi pasado, que quizás se había construido una barrera un tanto inaccesible para el que venía de nuevas, intentando adentrarse en mi hondura.

Pero aquél día quedará grabado en mi memoria para siempre.Ese día me abrí.El entorno, la emoción, la dureza del camino........su compañía. Me desnudé. No fue premeditado, pero pienso que pudiera ser algo ansiado y esperado. Traté de buscar ese momento de soledad, para poder limpiar mi alma y transmitir por medio de mis palabras, todo lo que había acontecido en mi vida....desde niña a mujer.

Él escuchaba y callaba.No me miraba. Solo sonreía cuando yo hacía alusión a alguna anécdota con gracia, y volvía a callar agachando su cabeza y con el paso firme, cuando apreciaba en mí algún resquicio de rabia o impotencia al relatar momentos desagradables.

El sol penetraba a través de los pinares de Doñana, y lo hacía con intensa dureza. Sudaba.


Palacio del Rey nos vio llegar. Fue justo en ese momento cuando me sentí observada. Mirada. Cuando le miré. Cuando me ví reflejada en sus ojos.Cuando supe que sería mi cómplice,mi amigo, mi confesor, mi guía, mi paciencia, el bálsamo que mi alma necesitaba para desnudarse por completo.Todo lo que quedara dentro, todo,saldría a partir de ese instante, porque así lo quiso Dios.


" Gracias por aparecer en mi vida " No te vayas nunca.


Gracias Pedro.

2 comentarios:

Fuera aparte dijo...

Te quiero...
como quiere el peregrino
andar por esos caminos
y llegar al Ajolí.

Te quiero...
porque eres como Sevilla
coquetona y caprichosa,
la más bella de las rosas
que ha nacido en un jardín,
igual que las dos orillas
y el espejo de Sevilla
mi río Guadalquivir.
Te quiero...

Anónimo dijo...

Le he pedido mil veces a dios que alguien te quiera porque te mereces ser querida.

Eternamente.

Un beso.