jueves, 25 de octubre de 2007


Hay veces en las que tengo momentos para pensar, pero no como lo suelo hacer siempre,....más bien son momentos en los que dejo que mis pensamientos se apoderen de mi ser y me trasladen hacia el lugar que ellos decidan.

Anoche viajé. Mis pensamientos, quizás aderezados por el producto de la imaginación extraordinaria que poseo, me llevaron a un lugar insospechado. La hierba estaba empezando a nacer de nuevo.....y comenzaba a cubrir la mayor parte de él. Las lluvias del otoño habían facilitado esa labor, y el olor a tierra mojada impregnaba mi ser.El caserón dónde me encontraba, contaba con pocos compartimentos...... un enorme salón presidido por la chimenea y a su lado una bañera redonda,sí......redonda y llena de agua hirviendo............con vapor oliendo a menta.

A lo lejos se veían los caballos, figuras indescriptibles con hechuras que dibujan en el horizonte sensaciones de pureza.Podía verlos en la clara noche que la luna me regaló, acompañada por infinitas estrellas que me traían mensajes desde el cielo. Los ventanales del caserón eran enormes, por lo que a veces me sentía desnuda de mi intimidad.............pero me tranquilizaba la idea de pensar que estaba sola. Sólo la lunera era mi guardiana.

Llevaba un vestido ceñido a mi cuerpo, un tanto encorsetado, lozano, con suaves tonos ocres que me hacía sentirme mujer.

Me acompañaba una melodía sensacional. El crujir de los palos de madera recién cortada de un árbol que murió hace tiempo, en una inmensa chimenea adornada con dos lebrillos de barro y una balanza de cinc, que mi padre me dejó en herencia de mi abuelo.

Me serví una copa, un añejo con coca-cola......nunca antes había experimentado la sensación de tomarme una copa junto a la chimenea, en soledad, y dejando que mis pensamientos fueran los únicos testigos de lo que pasó aquella noche.

El frío me ha despertado esta mañana.
Amanecí desnuda.........alguien estuvo en mi alcoba. Alguien visitó el caserón, sólo mis pensamientos lo saben. Sólo ellos.

2 comentarios:

manguara dijo...

OJALA ESE ALGUIEN QUE VISITO TU CASERON TE VISITE DE VERDAD, TU CUERPO AMANECIO FRIO PERO TU CORAZON SIENTE EL CALOR DE ESA PERSONA, SI VOLVIESE LA VIDA ATRAS... TU ALCOBA NO ESTARIA SOLA

Anónimo dijo...

“Dicen que al llegar al orgasmo algunas mujeres pierden la consciencia durante unos segundos. Una sensación que los franceses llaman La Petite Mort”

Te contaré mis sueños de ayer. Estaba inmóvil sentado junto a una cama en la que tú yacías. Nos miramos durante largo tiempo. O corto tiempo, no lo sé. Llega un momento en el que las bocas enmudecen y hablan los ojos. Así es que mis manos se pusieron en movimiento. Y buscaron en el vértice de tu éxtasis, allí donde a veces te dio miedo entrar. Y apartaron los labios más lascivos y húmedos y fueron esos labios los que me invitaron a entrar. Y mis dedos se lavaron en flujo caliente. Y tu pecho se endureció y se multiplicaron tus instintos. Y uno de mis dedos, el más audaz y disciplinado, fue en busca del punto de tu locura, y lo rozó con toda la suavidad y lo agitó con la intensidad justa. Tus ojos y los míos se alinearon en paralelo y tu respiración me avisó de que en ese preciso instante te visitaba La Petite Mort


manuel