miércoles, 26 de septiembre de 2007

Cosas Pequeñitas

Darle importancia a los pequeños placeres que la vida te regala, no tiene precio. Aprendí a hacerlo, el día que encontré mi camino hacía ninguna parte, hacía dónde yo deseaba estar, quizá por la huida de lo cotidiano, quizá por estar harta de la monotonía que me rodeaba, quizá por la búsqueda del aprendizaje para llegar a ser mejor persona....no lo sé. El caso es que las " pequeñeces" de las que estamos rodeados, me alimentan a diario. Esta mañana paré mi coche de nuevo.Es la segunda vez que lo hago.Regaban el césped de una de tantas rotondas con las que me cruzo todos los días, en el camino hacía mi trabajo.Y paré mi coche. Quise que la sensación de pisar el césped mojado, la hierba fría......se colará en mis adentros a través de mis pies descalzos. No he conseguido, ni tan siquiera quitarme los zapatos.Es más.....ni he logrado bajarme del coche.Me dio vergüenza.Me corté.He disfrutado con la imaginación de ese divino momento, y pensaba que debía ser maravillosa la sensación.Pero no lo he hecho.Queda pendiente para la próxima ocasión.....al igual que queda pendiente compartir mi helado de chocolate en el paseo marítimo de mi Gades, con complicidad , con risas,.....llegando a manchar la camiseta blanca de la otra persona con el dichoso helado y sonreír.....y volver a hacerlo con complicidad.Y que me monten "en borriquita" mientras paseamos por la orilla de la playa, pisando la arena mojada.....y hacer cosquillas............y comerme un chupa- chus en un banco mientras observo como la gente que me rodea está viva.....

No hay comentarios: