martes, 10 de enero de 2012
La esencia de escribir
Gracias por regalarme estas palabras.
Con tu permiso,las hago públicas, porque se que tú no lo vas a hacer, y es un honor para mi, tenerlas en mi rinconcito.
Descubrí en su momento que era cierto eso de que vomitar tus pensamientos sobre un papel vacío, poniendo las formas y palabras de tu cabeza al servicio de lo que dictara el corazón, suponía una catarsis que realmente ayudaba a comprender pensamientos que no terminaban de cristalizar, o a materializar espinas clavadas en el corazón o en el alma que se manifestaban con síntomas de desasosiego y melancolía. Yo nunca publiqué nada de lo que escribí, ni lo compartí con nadie, ni permití que esos papeles en los que había quedado impregnada una mezcla de sentimientos y razones tuvieran una vida mayor de la necesaria para ser releídos recien escritos. Pero sin duda es un ejercicio que recomendaría a cualquiera. Sobre todo a quien quiera dar a su corazón una oportunidad de vengarse de la cabeza cuando ésta gana la batalla. Sepa usted, que soy de la opinión de que cuando el corazón vence a la cabeza, termina asimilándola a su causa, poniendo a su servicio todo el potencial del pensamiento y la razón. Pero cuando es la cabeza quien vence al corazón, no le queda más remedio que campar con su vitola de vencedora arrastrando el peso de un corazón prisionero, y en algunos casos resignado a su dictadura, pero que jamás terminará de convertirse a su causa; nunca por la fuerza!
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario