Una mujer diferente
Ella no es la típica mujer que la enamoran con rosas. Ella prefiere disfrutar de una buena compañía bajo las estrellas de un buen vino junto al mar o de un libro en plena calma.
Ella aprendió a convertir sus lagrimas en risas aprendió a transformar sus heridas en aprendizajes, aprendizajes que con la vida la hicieron más sabia.
Ella ahora es calma porque aprendió a luchar contra las tormentas, ahora es una mujer llena de vida porque renació de las cenizas, es esencia, es real, es diferente a las demás.
Es una mujer que a pesar de los años y los daños se volvió más sabia y más coherente entre lo que dice y hace.
Dejó de ser sumisa dejó de ahislarse del mundo, dejó de llorar por todo y en ocasiones por nada. Ahora todo es diferente.
Ahora va por la vida a paso firme y deja huellas por donde va, siempre venciendo las barreras que le impone la vida.
Ahora cree en sus propias ideas, cree en su instinto, si bien escucha los consejos de las personas siempre toma decisiones por ella misma.
Ahora, ya nada es igual. Ahora brilla con luz propia y no apaga la de nadie más porque ante cualquier adversidad se reinventa y vuelve a empezar.
Porque volver a empezar es volver a vivir y vivir es agradecer a Dios por la vida que nos da.